Desvaneciendo

Y siguiendo con la proposición «el amor te llega cuando no estás preparado», pareciera que todo va a complicarse cuando no queríamos estar acompañados. Vamos por la vida evitando el amor, esquivando a cada rival con movimientos sutiles –o eso creemos–. No nos percatamos del contexto global, no sabemos a quien realmente tenemos al frente. Simplemente evitamos que caiga en el amor, porque sabemos que no podríamos manejarlo. Tenemos la certeza de que no es el momento, ni el lugar. No va a crecer lo que no nació de nosotros. Sin embargo, esa intransigencia al final cobra sentido, como si supiera que vale la pena esperar hasta que bajemos la guardia. El amor es un chispazo que tarde o temprano incendia todo, solo queda aceptar y disfrutarlo.

Liniers – De repente se enamora. Y todo, todo, todo, todo, todo se complica.

Liniers – De repente se enamora. Y todo, todo, todo, todo, todo se complica.

Fuera del Resto fue una banda peruana formada el 2002, que llegó con letras muy sentidas sobre el desamor y la nostalgia. Daniela Saettone posteriormente probaría suerte fuera del país, completando su formación como canta-autora. Desvaneciendo fue el último track de su segundo disco, Peces (2006), el cual describe esta lucha por evitar al amor, en la cual se va reconociendo la importancia de una persona que tiene el poder de hacernos cambiar de opinión. De pronto, la soledad se torna más llevadera siendo desterrada por su compañía. Reconocernos incompletos en el camino, aunque dubitativos por este nuevo personaje. Hay algo que nos induce al cambio, algo que nos empuja y nos da más libertad.

Mario Benedetti – Tiene algo que me gusta. Eso es evidente, pero ¿qué es?

Mario Benedetti – Tiene algo que me gusta. Eso es evidente, pero ¿qué es?

Hoy debo recordar que tengo algo en el alma
y nada volará si es que así no lo quiero.
Pero un ser transparente puede lograr movimientos
en las partes más profundas,
un cuerpo como el que me sostiene.

Alguien burló nuestra barrera, apareció limpiamente con juegos y paciencia llegando hasta nuestra parte más sensible. Alguien como nosotros con heridas y dudas, pero con algo que nos ha llamado la atención. Alguien que se convierte en especial y nos empuja a sentirnos así. Entonces nos damos cuenta de que aún tenemos el control, sin embargo, dejamos activado el piloto automático.

Vemos que se apoderan de mí al descubrir
que me puedas creer y ayudarme a respirar
en esta ciudad revoltosa y sin oxígeno,
con gigantes y bestias que me suelen agobiar.

Y avanza como si le hubieran dicho qué hacer. Comienza a detectar nuestras debilidades, a acompañarnos y hacernos crecer, a completar nuestras frases incompletas, a cumplir sus ofrecimientos, a superar nuestras expectativas, a estar incluso cuando no está. Hace que nuestra lucha sea más leve, sea siempre con una sonrisa.

Que lejos estoy de mí misma buscando abrazos y paz
Intentas redimirme y yo que no quiero caer.
Que lejos estoy de mí misma buscando abrazos y paz
Intentas redimirme pero yo que no quiero caer.
Y caí lejos de mí…

Entonces es cierto, mientras más alta es la muralla más épica es su llegada. Caemos desde lo alto de nuestra propia barrera, nos sacan de nuestro búnker, nos arriesgamos a echar las alas, a probar suerte. Nunca sabremos si estamos listos al cien por ciento, pero sabemos que estamos sintiendo algo, una revolución, un cambio, una necesidad, un complemento.

Juré que nunca más haría tristeza de abril,
que las calles no tendrían tanto de nadie más
¡Nunca más!
Quise ser invisible mientras esperaba que la
vida nuevamente me empiece a girar.

A todos nos ha pasado, sentir cierto recelo, cierto miedo o desconfianza al amor. Sentir que nadie nos entiende, sentir que no merecemos sufrir por nadie más. Deseamos no volver a pasar por ese calvario y nos encerramos o quizás disfrutamos de nuestra libertad. Pasar desapercibido en el mercado sentimental, esperando estar listos en algún momento, cualquier momento lejos de ahora, hasta le ponemos fecha de caducidad. Hasta que…

Y caí lejos de mí…
Lejos de mí corro hacia ti…

Anónimo - Y lo escogí a usted, sí, a usted, porque me di cuenta de que encontró mi punto débil y fue el único que descubrió la forma de calmar este alma indomable. Lo escogí porque me di cuenta de que valía la pena, valía los riesgos… valía la vida…

Anónimo – Y lo escogí a usted, sí, a usted, porque me di cuenta de que encontró mi punto débil y fue el único que descubrió la forma de calmar este alma indomable. Lo escogí porque me di cuenta de que valía la pena, valía los riesgos… valía la vida…

Acerca de PaoloCesare

Calmo, analítico, consejero, buen compañero, gran amigo (eso dicen, no les crean). Me atrevo a escribir para compartir y aprender con Uds.
Esta entrada fue publicada en Música y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Desvaneciendo

  1. El amor es tan poderoso Paolo que puede llegar a unir dos partes contradictorias, de un lado quien quiere ver y vivir el amor sin exponerse, sin arriesgar realmente nada, pero con un corazón que en medio de esa racionalidad lucha por !vivir el amor! y por el otro lado alguien que ama entregando todo sin esperar nada dando plena libertad y arriesgando hasta su propia realidad solo por amar como mejor ha podido, pero con una mente que ha luchado en contra de su corazón para hacerlo mas razonable…luchando cada día por poner a los dos en equilibrio sabiendo que hay momentos difíciles , muy duros cuando la razón logra su cometido y no deja libre al amor…pero al final esas dos mentes y esos dos corazones día tras día logran amarse… Ante el amor verdadero no hay mente pesada que pueda contra el…un abrazote!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.