Hay historias que parecen haberse escrito mucho tiempo atrás, hay personas que parecen estar ‘condenadas’ a repetir dichas historias. Sacarle la vuelta al destino es un reto excitante, que provoca incluso meterse en lo desconocido y salir triunfante de una batalla épica. Convertirse en gigante para ser capaz de vencer a la naturaleza y, sobre todo, a esa caprichosa gravedad que nos amarra a pisar siempre la tierra sin dejarnos flotar.

Liniers: Gravedad cero, felicidad mil

Es natural tenerle miedo a lo que ignoramos, desde niños lo enfrentamos. Una sensación de inestabilidad o inseguridad nos previene y, muchas veces, nos hace mantenernos en las trincheras para no salir heridos, descartando así oportunidades que nos podrían, al menos, enseñar muchas cosas de nosotros mismos. ¿Crees en el destino? ¿Prefieres hacer tu propio camino? En ambos casos, esas son decisiones propias: Si crees en lo primero no requieres mayor esfuerzo, todo pasará según lo ‘planeado’. Para lo segundo, toca enfrentarse al día a día, agradeciendo la oportunidad de vivir y encarar las adversidades que te alejen de tu camino. Todo se construye según tu propia voluntad.

¿Qué pasaría si dejamos de lado esos miedos? El temor a cometer errores del pasado, la inseguridad, la timidez o, incluso, los prejuicios que nos frenan. Todas esas excusas que, en el fondo, sabemos que nos privan de nuestra libertad pero que, sin razón alguna, nos acompañan hasta el punto de limitarnos. ¿Qué podría salir mal? En el peor de los casos, esto no funcionará y aprenderemos la lección, mejoraremos nuestras habilidades y voilà. Ese círculo que es la vida nos llevará al inicio, pero a la próxima será distinto, siempre y cuando nos llevemos con la derrota una lección bien aprendida.

Liniers: -Le parece linda… pero al lado de Ud. siempre está esa timidez -PUM -¡Rápido! ¡¡Dame tu teléfono!!

Así aparece una persona, desequilibrando con autoridad lo que teníamos avanzado. Conquistando minuto a minuto los sentidos, desde el mundo real hasta el virtual. A veces pasa tan rápido que no nos damos cuenta, estamos embelesados y reaccionamos como caracoles. Bajamos la guardia: ¡Ya es tarde! Nos encanta su compañía, sentimos su ausencia, buscamos continuidad, a deshoras, a destiempo. Encontramos eco, una respuesta tonta, por whatsapp o por Facebook. Las citas son entrevistas libres de tensión, donde empieza a primar el juego de seducción, las miradas y sonrisas insinuantes -¿Hasta dónde quieres llegar? -¿Hasta dónde me dejas llegar? Ya nada los va a frenar. Todo es tan sencillo después de haber vencido aquella barrera: La importancia de ser valiente en este juego de a dos.

Sinembargoteamo.tumblr.com – Dame un buen motivo, y te juro que me arriesgo

Conclusión:

Hay quienes apuestan a ganador: ¿dónde está la gracia? De las caídas uno debe levantarse, sin haber arriesgado no se habrá vivido. Nada en esta vida es seguro, ni la salud, ni el amor, ni el trabajo. Solo lo que realmente tenemos adentro y todo aquello que somos. Entonces, hay que ejercitar esas capacidades de valentía y reconstrucción que todos tenemos adentro, mirando atrás solo para tomar impulso y llegar más lejos. En ese ejercicio, llegará una persona que nos ilumine y nos enfrente hasta no ser lo suficientemente valientes, diciendo algo así: ♫ Nunca lo sabrás si nunca lo intentas… olvidar tu pasado y simplemente ser mío: Te reto a que me dejes ser la única, te prometo que merezco que me tengas entre tus brazos…