Se las dedico a Luis Palacios, que hace ya mucho tiempo me enseñó a apreciar a Bruce y a Los Secretos
Thunder Road y The River, de Bruce Springsteen (traducidas alegremente por Moncho, ni falta que hacía).
La carretera del trueno
La mosquitera se cierra de un portazo, el vestido de Mary se balancea
como una visión que baila a través del porche
mientras en la radio suena Roy Orbison, que canta a los solitarios
-¡Hey, soy yo, y te quiero sólo a ti!
No me envíes de vuelta a casa,
no podría con eso otra vez…
no te vuelvas corriendo, niña
sabes bien por qué estoy aquí…
Así que tienes miedo, y estás pensando
que quizás nunca volvamos a ser tan jóvenes
Muéstrame un poco de fe, la noche es mágica
no es que seas un cañón, pero oye, no estás nada mal
¡Oh, sabes que para mí esta bien!
Puedes retirate a tus cuarteles
para evaluar los daños,
hacer cruces con tus amantes,
y lanzar rosas al aire…
O malgastar tu verano, rezando en vano,
por un salvador que surja de estas calles…
Vale, yo no soy un héroe, eso está claro,
toda la redención que te puedo ofrecer está bajo este sucio capó,
pero aún nos queda una carta para ganar:
Escúchame, ¿qué otra cosa se puede hacer a estas horas
sino bajar la ventanilla del coche
y dejar que el viento juege con tu pelo?
Bien, la noche acaba de explotar
¡estas dos líneas nos llevarán a cualquier parte!
Sólo tenemos una oportunidad para hacerlo ocurrir,
para comprar unas alas con estas cuatro ruedas…
Sube al coche, Mary, el Cielo nos espera en esos caminos
¡Oh, oh, cógeme la mano
esta noche vamos a explorar la tierra prometida!
¡Oh, oh, oh carretera del trueno, oh carretera trueno!
Tumbada allá afuera, como un asesino al sol
¡Hey, ya sé que es tarde, pero podemos hacerla si corremos!
¡Uoo, oh, oh carretera del trueno! Siéntate bien, ponte cómoda, carretera trueno
Bien, esta es mi guitarra, y sé como hacerla hablar
y mi coche está allí atrás ¿estás lista para hacer esta travesía,
de tu porche delantero hasta mi asiento de atrás?
La puerta está abierta, pero el viaje no es gratis…
Y sé que estás esperando
las palabras que no he dicho;
¡esta noche seremos libres,
todas las promesas se romperán!
Y había fantasmas en los ojos
de todos los chicos que rechazaste,
que rondaban esta polvorienta pista
entre las viejas costillas de un quemado Chevrolet…
Por la noche gritaban tu nombre en la calle
con tu vestido de graduación hecho trizas a sus pies,
y en el solitario frío del atardecer
tu escuchabas rugir sus motores
pero cuando llegabas al porche, se habían ido
con la brisa; por eso, Mary, sube al coche,
este pueblo esta lleno de peredores,
¡yo me largo de aquí para ganar!
El río
Yo soy de abajo, en el valle
donde, señor, cuando uno es joven
te enseñan a hacer lo mismo,
justo lo que hacía tu padre
Mary y yo nos conocimos en la escuela
cuando ella tenía diecisiete
y nos largamos de este valle, donde los campos eran verdes…
Nos bajamos al río,
y en el río nos zambullimos
¡Oh, bajamos al río y lo montamos!
Entonces dejé a Mary embarazada
y eso fue todo,
y por mi diecinueve cumpleaños tuve un carnet del sindicato y un abrigo de bodas
Bajamos al juzgado
y el juez arregló los papeles,
ni sonrisas de boda, ni paseillo al altar,
ni flores, ni vestido de novia.
Aquella noche nos bajamos al río,
y nos bañamos en él
¡Oh, abajo en el río que habíamos montado!
Ahora trabajo en la construcción
para la compañía Johnstown,
pero últimamente no hay mucho curro
a cuenta de la economía…
Ahora, todas esas cosas que parecían taaan importantes,
señor, se han esfumado en el aire.
Yo actúo como si no me acordase,
Mary hace como que no le importa…
Pero me acuerdo de los dos, en el coche de mi hermano
su cuerpo mojado y moreno, abajo en la presa del río
Por la noche, entre sus brazos, yo me quedaba despierto
y la apretaba contra mí para sentirla respirar
Ahora esos recuerdos vienen de cacería…
y me cazan como una maldición
Es un sueño, una mentira, si no se hace realidad,
o acaso algo peor
Lo que me conduce hasta el río,
aunque sé que el río está seco,
lo que me lleva hasta el río esta noche.
Bajamos al río
mi chica y yo,
abajo, hasta el río que montamos.
(A Inés y a mí también nos gusta esta otra versión de Thunder Road, a dúo con Melissa Etheridge)