LAS ALMAS Y LA NAVIDAD.

La Navidad debe ser un día también para orar por los difuntos.
 
La Navidad, el Nacimiento del Señor, la fiesta de la Familia, es un momento de oración por nuestra salvación y la de nuestros seres queridos, por la situación de los millones de perseguidos por su fe, incluso por los perseguidos que soportan el discurso de odio dentro de sus propias familias, y por los enfermos, desvalidos y solos.

 

 

Es el día de Navidad – de acuerdo a dos revelaciones de fiabilidad – que la mayoría de las almas se liberan en el cielo y por lo tanto necesitan de las oraciones finales.

UNA MONJA EN 1879

Una santa monja en un convento francés recibió una revelación en 1879, identificada como Sor M. de LC, recibió revelaciones de una religiosa fallecida que las autoridades identificaron sólo como Hermana O – y que en ese momento estaba sufriendo los tormentos del purgatorio.

A la revelación le fue concedido un imprimatur del cardenal de Baltimore, Maryland, y fue aprobado por teólogos como Canon Dubosq, promotor fidei de Santa Teresita, la Pequeña Flor.

“En el Día de los Difuntos muchas almas abandonan el lugar de expiación y van al cielo”, dijo la monja difunta. ”Además, por una gracia especial de Dios en ese día solamente, todas las almas que sufren, sin excepción, tienen una participación en la oración pública de la Iglesia, incluso las que están en el gran Purgatorio. Aún así el alivio de cada alma está en proporción a sus méritos. Algunas reciben más y otras menos, pero todas sentimos el beneficio de esta gracia extraordinaria. Muchas de las almas que sufren reciben esta ayuda única en todos los largos años que pasan aquí y esto por la justicia de Dios. No es el día de Todos los Santos en que la mayoría van al cielo. Es en la noche de Navidad“.

EN MEDJUGORJE EN 1983

Este mensaje ha sido confirmado en estilo dramático más de cien años después – en 1983 – cuando un vidente de Medjugorje reportó casi el mismo mensaje, y sin prácticamente ninguna posibilidad de haber estado al tanto de la revelación de la francesa (que no se había publicado). Dijo la Virgen en Medjugorje el 10 de enero de ese año:

“En el Purgatorio hay diferentes niveles. El más bajo es cercano al infierno y el más alto poco a poco se acerca al Cielo. No es el día de Todos los Santos, sino en Navidad, que el mayor número de almas dejan el Purgatorio“.

En Medjugorje se ha dicho que la Virgen aparece con gran esplendor dorado en días especiales como la Navidad, y la monja francesa también dijo que la Santísima Virgen va al Purgatorio en sus grandes días de fiestas. Ella toma las almas que están listas – y todo lo que pueden necesitar es una Misa final, o incluso una oración final. Los que está en el “umbral” puede ganar el cielo ese día, con nuestra ayuda, mientras que en las partes más profundas del Purgatorio será relevado de sufrimiento.

“Hay muchas almas en el Purgatorio”, dijo la Santísima Virgen en Medjugorje. “También hay personas que han sido consagradas a Dios – algunos sacerdotes, algunos religiosos. Recen por sus intenciones, por lo menos el Padrenuestro, el Ave María y el Gloria siete veces cada uno, y el Credo. Se lo recomiendo a ustedes. Hay un gran número de almas que han estado en el Purgatorio por mucho tiempo porque nadie reza por ellas”.

Esto pone una perspectiva totalmente nueva sobre la Navidad. Es un momento de gran alegría no sólo en la tierra sino en lo eterno y un día que nuestro gozo debe estar unido con la preocupación por aquellos que se han ido antes que nosotros – que pueden “graduarse” ese día.

Oremos por ellos. Oremos por todos los que hemos conocido y que han fallecido. Oremos por todas las almas del purgatorio en Navidad. Si ellos no necesitan las oraciones, el Señor puede asignarlas a las almas que las necesitan.

Y un día – tal vez la noche de Navidad – ellos estarán ahí para ayudarle.

Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos

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