Posteado por: Trece | enero 3, 2013

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Posteado por: Trece | octubre 18, 2012

La vida es bella

La vida es bella cuando se enreda en tu pelo, y aunque tus ojos me embarguen yo, sin embargo, te quiero. Que sólo quiero el color de tu voz dibujando una sonrisa en mi cara, clara, no quiero escuchar lo que quiero, y tú sin quererlo me embriagas.

Mi locura prende y comprende dependiendo de qué pretendas en el mejor de mis sueños, que es un invierno en tus piernas, cuando las abres, las cruzas, las cierras… Delicias sabor el botón desertor de tu blusa abierta. Sólo quiero llenar el cajón que rebosa vacío, y el espacio frío en la distancia que marcan tus labios con los míos, con una canción incierta, que hable de algo que jamás prometí el día que nunca nos conocimos…

Instruido para perder el sentido si en alguna letra achinas tus ojos, o si despojo tu risa, no me equivoco si dijera dos veces lo mismo, no me equivoco si dijera dos veces lo mismo…

Posteado por: Trece | octubre 8, 2012

Una inspiración iluminada

La inspiración aguardaba bajo los astros, cerca de un olivo. Apenas podía moverse o pensar, porque apenas veía un metro más allá de sí mismo. Invadida por la oscuridad, sentada y apoyada sobre aquel árbol, fue a encontrarse con la luz, y la inspiración le gritó aliviada:

  • –          ¡Luz, por fin te encontré!

La luz le miró extrañada y haciendo una pausa, mirando a la inspiración, desenfada pero aturdida, le preguntó:

  • –          ¿Cómo sabes que soy tu luz?
  • –          ¿Y por qué no?
  • –          No sé cuánto esperaste a encontrarme, pero a veces la clave no es la luz, la clave es el tiempo que esperaste a encontrarme, él te dirá si yo soy tu luz.
  • –          Yo creo que tú eres mi luz. Eres la única que he visto, debes serlo. – le contestó el la inspiración.

Agitando la cabeza a ambos lados la luz le miró de arriba abajo. El estro iba desaliñado, despeinado, y, deslumbrado por la luz, achinaba sus ojos. La luz le dijo:

  • –          El cobarde tiene miedo a la oscuridad y tiende a correr al primer halo de luz que ve porque allí se siente seguro. Y bien ¿Vienes huyendo o se hicieron tus ojos a la noche?
  • –          No lo sé, yo sólo vi una luz y…
  • –          Apenas esperaste –  le interrumpió la luz. –  ¿Sabías que con tiempo la vista se acomoda a la oscuridad? Podrías haber visto las cosas con mayor claridad con algo de tiempo.
  • –          ¡Pero yo vi una luz! ¡Eras tú! – le dijo convencido.
  • –          Perdiste tu visión, idiota, te has acostumbrado a olvidar.
  • –          ¿A olvidar qué?
  • –          Que tienes cuatro sentidos más, y que apenas sabes utilizarlos. Y ahora debo marcharme.
  • –          ¿Y cómo encontraré mi luz?
  • –          La luz siempre está encendida, donde mejor se ve una luz es en la tiniebla.
  • –          ¿En cualquier lugar? ¿En cualquier parte? – preguntó la inspiración.
  • –          Durante muchos años hemos intentado llegar a todas partes, pero al iluminar algo creábamos una sombra tras él. A veces no verás la luz porque a veces la luz no puede llegar a ti, algo ha podido moverse y haberte tapado con su sombra, tienes que aprender a encontrarla.
  • –          Es que te estuve buscando mucho tiempo y no te encontraba… – le recriminó.
  • –          Pierdes el tiempo preguntando, podrías estar buscando ya la respuesta. Yo debo marcharme…

Y antes de que pudiera volver a preguntar la luz desapareció entre la tiniebla y la inspiración quedó extrañada y perdida. Había llegado una luz que lo había iluminado todo y no había aprovechado para observar el camino.

Posteado por: Trece | agosto 24, 2012

Enamorado en un sueño

Romper a llorar y llorar hasta romperse el alma en algún lugar que ofrezca calma, donde no haya nada y, aún así, sólo faltes tú. En mi cuaderno destapo un tachón sobre una palabra tabú y no es otra que “tú”, “tú”, y seis veces “tú”. Cierro esta luz y apago las puertas que voy cruzando, disculpa si pierdo el sentido, escribiendo o hablando, porque se la estoy dando a mi vida, vida, me estoy enamorando. Engañando al tiempo sueño despierto y vivo soñando, y sólo cierro los ojos para no ser descubierto por un mundo que va educando un despertar contra un poder fáctico, como tu amor, que con miradas ilegales va cautivando de una manera cuántica un corazón de un modo tonto y un tanto pronto para lo que acostumbra. Sólo me alumbra mi sombra que calla y no se separa, se sienta a mi lado y me acompaña cada día entre las patologías que suponen no estar contigo. Estoy dispuesto a ofrecerte mi abrigo si me concedes la fantasía de un trío: Tú, yo, y un invierno bien frío…

Posteado por: Trece | agosto 5, 2012

Locura española

Posteado por: Trece | julio 20, 2012

Carta de guerra

Busco paz armado, matando, mates de negros y blancos, y un remate, jaque, en una batalla cualquiera. Al fin, comprendo la locura que es jugar la vida por sobrevivir, y basar tu vida en existir para el exterminio. De mayor quiero ser un niño, para jugar al matar sin herir, para morir y reírme.

¿Quién no busca descanso tras sus horas de trabajo? En mi caso es lo que evito, balazos, balazos y un solo abrazo, la muerte. No exagero cuando digo que mato por verte, volver, atrincherarme en tu cama, declararte la guerra, conquistarte… No exagero cuando digo que es amarte la mejor de mis batallas.

Posteado por: Trece | julio 9, 2012

Exilio en un lavabo

«¿Cómo ves el mundo desde aquí?» me dijo despidiéndose. «Eso es lo bueno, que no lo veo» le contesté. “¿Y qué importa matarte si parece que no está importando?” Repetía sosteniendo el cuchillo entre sus manos, llenas de sangre. Sin embargo yo sólo pensaba en sostenerme agarrado a aquel lavabo, reptando herido, volar fumando… Ella no lo comprendía, pero había esnifado menos de lo que había tragado en el pasado, o eso creía yo. Solamente me gustaba matarme con aquello porque había sobrevivido a demasiado ¿No es extraño? Aquellos sorbos, aquellos gramos, corrían mis venas, me hacían esclavo, y yo quería…

Posteado por: Trece | junio 28, 2012

Dejadme soñar

Mientras la amistad valore la justicia, y la injusticia la felicidad, y la eternidad dure más que el amor, y el amor dure más que la paz, dejadme soñar. Dejadme soñar mientras no digamos lo que pensamos, mientras digamos mentiras por no dañar con verdad, mientras culpemos a la verdad de dañar por no empañar un error, mientras un error no nos ayude a cambiar, mientras cambiar no hiera nuestro orgullo y el orgullo no predique la humildad. Tan sólo dejadme marchar si lo peor de la vida es perderla sabiendo que la has perdido tan sólo por tenerla, y que no lo es derrocharla. Dejadme soñar mientras la felicidad la busquemos en nosotros y no en los demás, y los demás digan lo que debes hacer, y que por miedo lo hagas, y por hacerlo, te dejes de sentir especial. Tan sólo dejadme marchar si la experiencia no enseña más de lo que alguien te pueda explicar, y que por ello volvemos a equivocarnos y nos parecemos más a los demás, y sin embargo nos separamos por clases, por razas, por sexo y edad. Dejadme soñar mientras olvidemos a quienes estuvieron tan sólo porque ya no están, a quienes están porque no les vemos, y a los que les vemos por no querer algo más…

Espero que ahora entiendan cuando digo que vivo soñando porque no puedo soñar viviendo, por eso cuando despierto quisiera seguir durmiendo, poder apagar el mundo, volver a tener mi sueño… Supongo que el diseño es embalsamarlo para el recuerdo, por eso se cubre al muerto, para que el sueño eterno evite el infierno de destaparse y perderlo, al fin de una buena vida, la muerte es tan sólo un premio ¿O acaso los buenos días no los soñaste despierto?

Posteado por: Trece | junio 15, 2012

La voz

La persona se concibe bajo una cáscara que nos enmascara, una tara débil a la mirada, un cebo que olvida a esa voz que habla, es la palabra de la consciencia, un placebo a la apariencia que te engaña. Esa voz sólo daña con palabras y te atraganta si no llegan más allá de la garganta, soledad, donde el olvido no aguanta y mata en nombre del miedo, la tristeza o la ignorancia… Esa voz repite el convite de la posibilidad al verbo, lo que se escapa, la que empapa a este momento, y se flagela con extrañas migrañas de arrepentimiento, esa voz, la escuchamos todos dentro…

En el monólogo la voz exige, la voz te dice qué haces, qué eliges; la voz sueña con sus metas, pero no evita que la moral te haga marioneta del mundo en el que vives; y sólo pienso en si consigues sacar ese sentimiento, que yo callo y comparto con mi voz, como un cobarde, en el silencio.

Posteado por: Trece | junio 7, 2012

Primera vista

Deduzco el teorema de las dos miradas que intercalas con la mía cuando declaras guerra fría con dulzura, cuando recitas la oración de todo lo que dices sin decirme nada. Quiero dosis completas de esas miradas para todos los días.

Una brigada de gestos atraganta un disfraz de formalidades sobre el instinto y la pasión de éste segundo, que sostienes en el infinito y ocultas en la revirá de un pestañeo, en el castañeo de tus párpados, capaces de ocultarte un mundo. Tienes la malicia suficiente para no conocerme y mirarme con esos ojos, para dejar un sabor en mi boca que provoca la tentación de querer saborear la tuya, y se diluyan al desgastarse, hasta que el beso deba agarrarse en tu nuca para que no acabe nunca, mientras aparto tu pelo, mientras atrapo tu risa…

Supongo que evito buscando, que busco evitando, para que si me encuentras me haga el loco, mientras tú, sin embargo, disimulas. Eres perfecta y lo eres porque no te conozco, pero un defecto tuyo podrá enamorarme. Hoy no me despido, me miras, te miro ¿Qué quieres que diga? Si no existen palabras, ni Manos de Midas, ni brazos de Venus de Milo, que escriban lo que siento cuando siento estar contigo.

Posteado por: Trece | junio 1, 2012

El sol

  •  – Creo que no debemos permitir ni un día más que el sol salga por un lado y se esconda por el otro.
  • – Estás loco de remate.
  • – Llevo toda la vida practicando para estarlo.
  • – No, en serio…
  • – El mundo lo estará si no lo hacemos, no podemos permitirlo ¿De verdad no lo entiendes? Si no lloraremos de alegría, beberemos sin tener sed, y mientras unos mueren de hambre nosotros comeremos sin tenerla, soñaremos despiertos , hablaremos sin estar en el mismo lugar, haremos el amor sin amor, mataremos sin odiarnos… Y lo que es peor de todo, saldrá el sol por un lado y se esconderá por el otro.
  • – ¿No es absurdo?
  • – Absurdo sería quedarse aquí de brazos cruzados.
Posteado por: Trece | May 28, 2012

Porque el amor es ciego

Posteado por: Trece | May 25, 2012

Madrugada

En el duelo que propone el ocaso a la tiniebla mis voces perfilan palabras en tertulias de silencio, para conquistar el desnudo de esta madrugada, dispuesta a delatar las pasiones que provocan mi desvelo. Existe una balada de dramas en el cigarro de tu amor, que se consume poco a poco y crea cortinas de humo, que si fumo me mata por dentro, a suaves caladas, a perfectos momentos, que si faltan anhelo, como una adicción. La abrasión de nuestros besos ahora se clavan como puñaladas frías, moriría por vivir, contigo, un poco más. Pretendo una estrella fugaz que arrastre el telón de éste escenario, que borre de un soplo la luna, que filtren el mar, que barran la tierra, que enrollen el cielo… Si no puede pasar algo increíble que quiero y deseo.

Posteado por: Trece | May 22, 2012

Primavera

  • –  ¿Estás llorando? ¿Estás bien? –preguntó al sorprenderle en el salón.
  • –  Sí , no pasa nada… ¿Y tú? Tienes los ojos rojos.
  • –  Es la alergia.
  • –  Lo mío también. – dijo soltando un suspiro.
  • –  ¿Seguro?
  • –  Algo parecido.
  • –  ¿Tiene que ver con…?
  • –  Sí… -respondió antes de que terminara la frase.
  • –  Y dime ¿Qué te pasa?
  • –  Nada, que el amor en ella florece, y a mí me ha dado reacción y me pican los ojos…
Posteado por: Trece | May 10, 2012

Fe

  • – ¿Puedes probar la existencia de Dios?
  • – ¿Puedes no probarla?
  • – Tan sencillo como que no lo puedes ver, sentir, tocar…
  • – Mira por la ventana  ¿Qué ves?
  • – La calle.
  • – Más arriba.
  • – ¿El cielo?
  • – Ahora apaga la luz ¿Qué ves que antes no veías?
  • – Las estrellas.
  • – Que no lo veas, lo toques, o lo sientas, no significa que no esté ahí. Espera a que se apague tu luz y podrás apreciar las estrellas.
Posteado por: Trece | May 8, 2012

Fantasía

Hoy percibo que no soy quien era, que no seré quien soy, pero sé que siempre extrañaré llenarme las rodillas del alquitrán por culpa de la gravilla que mi bicicleta no supo esquivar, llegar a casa lleno de aventuras en mis heridas, lanzar mi vista al infinito buscando a Peter Pan, considerar el hecho de abandonar mi casa para irme a Nunca jamás, escuchar y no comprender nada, inundarme de barro, y nadar sobre nubes tras un baño en polvos de hadas…

Soñador, aún queda para mí un espacio, un palacio que defender como un paladín, una alfombra que doblegar como Aladdín con su lámpara, y la tara de la realidad en mi fantasía de una olla con puchero, que es una poción de Merlín. No hay diteros que cobren lo que yo pago por vivir cuando despierto en pleno desierto de mi jardín y me descubro entre mis sueños. Soñador ¿Dónde escondes lo que no tienes para mí?

Posteado por: Trece | May 1, 2012

Ella (Dibujo)

Posteado por: Trece | abril 26, 2012

Si tú supieras…

Soy fiel a endulzar contigo mis sueños y al diseño que dibujan en ellos nuestras sombras en la alfombra de tu habitación, donde la dejas tirada junto a tu ropa. Me muero por recortar distancias en el infinito que separan nuestros labios y destruir el calvario de que me agarres la mano sólo para pedirme ayuda.

Me encanta la inocencia con la que me seduces, las luces que deslumbran tus miradas, cuando achinas tus ojos  y desvelas esa sonrisa que no me dedicas pero que colecciono entre mis recuerdos, con los que juegan los delirios de mi imaginación. Estoy enamorado y no te lo digo porque sé que tú no…

He buscado en otros besos, como si fueran estrellas fugaces, explotar, como si fueras tú, mis deseos, pero ninguna los cumple…  No puedo negar mis celos cuando la lluvia cala tu vestido, convencido de que yo nunca llegaré hasta allí, quisiera decirte te amo, querría escucharlo de ti.

Posteado por: Trece | abril 20, 2012

Pecados

Este sujeto, desecho en sintagmas, predica el pecado en la virtud de amarte, y en el arte de soñar despierto. Que no me separe de ti la soberbia de este loquero, de ideas macabras, si pienso que tengo contigo el sol y la luna, la tierra y el cielo.  Deja que la pereza se agarre a mis sábanas si pretendes enredarte en ellas, y hagamos bella la tesitura de inundarnos de lujuria, con la calumnia de ser dos en uno. Ninguno son los momentos que quiero perderme, así que deja que mi saco se rompa en la avaricia de coleccionar tus segundos y tus besos, y que de exceso te coma, con el axioma de la mente que manipula a llevarme en cada paso al pecado de la gula.

Espero que en este punto cese todo el pecado que quiero, porque me falta la ira, que es si te pierdo, y me muero, y la envidia si es por otro, pero una vez muerto no siento.

Posteado por: Trece | abril 18, 2012

Campos de amapolas

En el puntillismo de este marco arrastro mi silla para observar aquello que no veo, para soñar en el páramo del tiempo y acariciar el viento que remolca una sonrisa, en esa brisa que rebota, en cada nota que retumba al empujar estas rojas amapolas, viola de su misma sinfonía, en las cuerdas que sustentan a la vida. En un oasis de silencio entre las sombras, jarras de cerveza fría que acomodan la garganta que pronuncia esta armonía.

Mi pluma desvirga la hoja y destroza con ello su anarquía libre de normas y formas, sucia de su ideología. La apatía es propia del retiro, efecto de aquello que no es artificial, que invade el sentimiento del cobarde que lo esconde tras un muro matricial. Van apagándose las luces y añoro cuando brillas, cuando veo que en el cielo van encendiendo bombillas, van preparando los sueños, van recogiendo mi silla…

Posteado por: Trece | abril 12, 2012

Capítulo dos: El puente Neuf

Capítulo uno: Todo es  empezar (haz click para ir)

Capítulo dos: El puente Neuf

Era la hora de aquel Martes, y allí esperaba ella temblorosa a que él apareciera. El viento soplaba con fuerza y helaba sus mejillas y sus orejas. Apoyada sobre uno de los miradores, contemplaba la puesta de sol imaginándose con él, agarrada de su mano compartiendo la eternidad en un instante. De pronto alguien la llamó, pero al darse la vuelta había una chica morena, con los mofletes rojos como tomates y bastante apurada, montada en bicicleta.

  • –  Debemos esperar.
  • –  ¿Vienes de su parte? ¿Dónde está?
  • –  Tan sólo espera, no seas impaciente.

Comenzó a sonar su teléfono móvil y empezó a rebuscar en su bolso y en cuanto lo encontró se lo pasó a ella.

  • – ¡Cógelo corre! – se montó en su bicicleta y se fue diciendo adiós con la mano.
  • – ¿Dígame? – dijo contestando el teléfono.
  • – Estás preciosa ¿Sabes? – le contestó él.
  • – ¿Me estás viendo? ¿Dónde estás?
  • – No te estoy viendo.
  • – ¿Y por qué dices que estoy preciosa?
  • – Porque lo eres y es imposible que no lo estés.
  • – Aún no se tu nombre – dijo sonrojada.
  • – Y aún así estás allí, esperándome. Eso quiere decir algo… ¿Has pensado mucho en mi estos días?
  • – ¿Y tú? – dijo sonriendo.
  • – ¿Yo? He de decirte que he pensado mucho en mi, y cada vez que lo he hecho estabas tú a mi lado. No he ido a verte porque quizás seas la chica con la mejor sonrisa del mundo, y no tengo armas para defenderme de ti. Así que pensé que lo mejor era que no me sonrieras y por supuesto que tampoco me mirases. Una cita a ciegas con alguien a quien ya conoces, a quien ya has besado…
  • – ¿Y no nos vamos a ver?
  • – Sí, siempre y cuando acudas a la próxima cita. Prometo aparecer. Quédate este móvil. Te llegará un mensaje.
  • – ¡Vale! Estoy un poco nerviosa…
  • – ¿Sí? – dijo riéndose – A mí también me ahogan un poco los nervios, pero la verdad es que odio respirar…
  • – ¿Odias respirar?
  • – Sí, desde que te vi, lo odio. Me encantó esa sensación de tenerte en frente y que me faltara el aire… – hizo una pausa y prosiguió.- En unos días llegará el mensaje y te diré dónde es nuestra próxima cita. Te he guardado un beso para entonces. Ahora es el momento perfecto para colgar, cuenta hasta tres y hazlo. Si haces todo lo que te digo todo saldrá bien. Un beso, guapa.

Contó hasta tres y colgó y se fue camino a casa, tal vez no era la cita que ella esperaba, pero desde luego no le había dejado nada que desear.

Posteado por: Trece | marzo 25, 2012

Se busca un sueño

Dime por qué salpicas de sueños mis tardes con una mirada, y enséñame a jugar contigo, sin ti, a ese absurdo recreo de sonrisas gratuitas, que despistan y enervan mis sentidos, que destruyen el compás de mis latidos, que ya no laten si no estás aquí. Dime dónde está el aire que aprisionan mis pulmones, por qué al mirarte no le permites salir, y explícame a qué juegas cuando éste te acaricia, cuando vicias con tu aroma aquel que intento respirar. Ayúdame a entender por qué me faltas si nunca te tuve, por qué las nubes las toco sentado en mi atril.

Se busca un sueño, y aún si ya pago por mi vida, te la entrego; se busca un sueño, que, sin tenerlos, perdí; se busca un sueño que llene mi vida de vida y no sueños; se busca un sueño capaz de hacerme feliz.

Posteado por: Trece | marzo 19, 2012

Capítulo uno: Mi historia de amor

Capítulo uno: Todo es empezar

La música jaleaba el ambiente; el humo y las luces de colores empañaban la sala. Había empujones, muchas historias por las esquinas y un chaval joven, con paso decidido que decide arrancar un silencio entre una desagradable abundancia de ruidos:

  • – Preciosa mirada.
  • – ¿Nos conocemos?
  • – No quería ir tan rápido, pero si insistes… – Le dijo sonriendo.
  • – ¿Quién eres? – Le dijo respondiendo con otra sonrisa.
  • – Verás, no quiero que parezca lo que no es, no he venido a ligar contigo.
  • – ¿A qué has venido? – Le contestó extrañada.
  • – Verás si te soy sincero, cuando te vi pensé que tenías una mirada preciosa, una sonrisa increíble… Venía dispuesto a esconder un beso en esos labios, porque… ¿Sabes? Hay alguien que quiere quitármelos… Pero hay algo de tu boca que no me gusta.
  • – ¿El qué? – Le contestó ella.
  • – Que está demasiado lejos de la mía.

Ambos se miraron fijamente y con una sonrisa se acercó lentamente a besarla. Apenas había rozado sus labios un segundo se alejó, la miró de lejos, de arriba a abajo, agarrándole las manos, volvió a sonreir y se fue entre la gente sin decir nada. Ella no entendía qué había hecho mal, por qué se había ido. De pronto notó en su hombro a alguien llamándola. Se dio la vuelta y estaba su amiga esperándole con una nota.

  • – Toma, me lo dio antes de acercarse a ti.

Ambas sonrieron, y ella comenzó a leer:

Te dejo con ganas para el segundo beso. Tal y como te he dicho, no venía a ligar contigo, venía a enamorarte. Te espero el Martes a las ocho sobre el puente Neuf.

La fiesta seguía, pero aquella noche él no volvió a aparecer. Qué lejos quedaba de aquel Viernes un Martes, más que otro cualquiera…

Capítulo dos: El puente Neuf (haz click para ir)

Posteado por: Trece | marzo 14, 2012

Mi última carta de amor

 Me faltó del amor esa fragancia del «ya te has ido» cada noche, el reproche de una eternidad insuficiente, el expediente de tus quizás, de tus nunca, de tus siempre… He encadenado a mi boca el placer de besarte, y ahora tiembla de no poder rescatarte si tus labios son traviesos, si esos besos no son míos. El archivo de todas mis letras y esa marca de café que la decora, adora cuando lo mancho de ti, añora la rutina de mi olvido y ese trueque de caricias que nunca escribí…

Acaricio la barba de este niño sin infancia, falto de la ignorancia del imposible de mis metas, grietas de todos mis sueños, de toda licencia poética. Casi pude palpar tu corazón y esculpirlo, salvo en una mentira, lira de todas las cartas que traje desde el infierno, gobierno de la percepción y la realidad. Apenas en una mirada penetro y destripo un sentimiento en un banal lugar ¿Y tú qué eres? Sólo puedo decir que indescriptible…

Posteado por: Trece | marzo 3, 2012

A orillas…

Este mar ha tragado los pasos de un laberinto de huellas perdidas, mi sábana blanca que estaba tendida se inunda de surcos desecha en mi cama que olvida el pijama desde hace unos días.  Arrastran sus olas esa melodía, que las caracolas imitan a ratos en el garabato de la fantasía. Sus sales marinas me besan el cuerpo curando la herida de un adictivo vaivén de mareas, que ya no me inspiran, que son verborrea. Huyendo de mojar mis pies en el pilla-pilla, jugaban descalzos los dos con la orilla, taquilla que venden las almas que calman la angustia de no tener vida, no soy ambicioso, querría una sencilla.

En el horizonte se diluyen los rojos y azules, como aquella guerra, luchan en los cielos por reinar sus tierras, pero a quien arriesga riela sobre mares. Arrastro las piernas en dunas de arena que minan el suelo. Suelo dar paseos. Muero cada día.

Posteado por: Trece | enero 30, 2012

Una casa de amor

Es curioso cómo el Amor se parece a comprar una casa, porque entre aquellas que podía permitirme me quedé la que más me gustaba. Al principio, apreciaba cada uno de sus rincones y lo tocaba todo con delicadeza porque no quería estropearlo. Poco a poco la fuí llenando de recuerdos, la fui decorando y trabajando. Me sentía más a gusto en aquella casa que en ninguna. Podía pasear desnudo en ella y no avergonzarme, podía ser natural y reírme. Aquella casa me protegía y yo a ella también. Cuando me tocaba viajar y separarme de ella me costaba, y cuando me cansaba del viaje sólo pensaba en volver. Con los años, supongo que por pereza, algunos días empecé a descuidarla. Empezó a estropearse por el tiempo, y las caricias con las que tocaba todo eran cada vez más bruscas. Arreglé los desperfectos una y otra vez, pero estos volvían a aparecer, o bien aparecían otros nuevos. Un día me di cuenta que me quedaba pequeña, que no era para mí. Algunos hubiesen esperado a encontrar una nueva antes de mudarse, pero yo cogí solo algunos recuerdos y me marché. No niego que busque otra nueva, tal vez ella ya haya encontrado dueño, pero tampoco se duerme tan mal bajo este techo de estrellas…

Posteado por: Trece | enero 26, 2012

Quisiera robar una estrella…

Exijo respuestas, me ahogo en mi vaso, si no está en su fondo que caiga del cielo, me paso las horas buscando, arriba y abajo, romper con mis miedos. Quisiera robar una estrella, pues ya no mojo de sueños los labios, me embriago de amor, pero el calor, me lo ofrece el alcohol de mi vaso. Hay mil caras en este payaso que pinta su cara, que va a su trabajo, que vuelve y no cura. Sus flores se mueren, se cae la pintura, se quita su gorro, su risa no dura…

A lo loco perdí un poco el juicio, mis ganas de verte, mis sueños, mi suerte, la guerra a mi muerte, mis vicios, mi aspecto de fuerte…  Recuerdo un lunar en su cuello más bello y más fino que el que hay esta noche en el cielo, que deja un reflejo de luz en mi espejo, que no reconozco, que me hace más viejo, pues pinta seis canas de brillo en mi pelo. ¡Ay! ¡Quisiera robar una estrella!

Posteado por: Trece | enero 22, 2012

Caminos

 Somos rocas en el camino de cualquiera, con nosotros tropiezan y aprenden, y las más bonitas o llamativas suelen ser agarradas por los peregrinos. Tras una roca se esconden muchas características, propiedades o valores, y, a veces, tras ellas, se descubren gusanos, o insectos asquerosos, o fascinantes. Si quien las coge lleva muchas en su bolsa acabará agotado al final del camino, y probablemente no aprecie o dedique la suficiente admiración a cada una de las piedras, porque al tener más puede prestar menos atención a todas. Tal vez, si la bolsa pese mucho irá dejando piedras, o cambiándolas por otras que sean más de su gusto, o tal vez las más bonitas sean las que más pesen y acabe dejándolas al otro lado del sendero. Otra posibilidad es que decida hacerlo sin coger ninguna piedra y así quedarse con el recuerdo del camino. Nunca se sabe qué ocurrirá en él, ni lo largo que será. No se sabe qué se esconderá al levantar cualquier piedra, no se sabe cuanto tiempo puede acompañarte en el viaje, ni lo hermosa que será, pero escoge bien y no a todas, para que cuando lo acabes puedas tener un buen recuerdo del viaje que hayas completado.

Posteado por: Trece | enero 19, 2012

Fumarse las tardes

Sueños en presencia del Sol que se expone y esconde, me pregunto si es mejor no preguntarse nada, y mientras, me fumo la tarde del aire olvidado por otras bocas. Exhalo un sabor a nueva vida, y mis ojos se olvidan, se adormecen con la caricia del rayo que me deslumbra y elige.  Un entrecejo empeñado, un futuro que se empeñaba en la estela del pasado. Busco al horizonte la premisa olvidada de una vida rutinaria que tiene esperanza de ser algún día encontrada.

Añoro el calor suave que me acariciaba hace un rato, y ahora, el Sol que brillaba se hunde, se tiñe y cambia. Es la hora. Hay asuntos que escapan a la voluntad, y tan sólo la costumbre aceptada me invita a moverme. Pocos testigos pueden seguirme entre esta brisa suave y fresca, que es iluminada por el destello del lugar donde los sueños pueden hacerse realidad.

Posteado por: Trece | enero 19, 2012

Seis de mis almas


¿Por qué seis de mis almas? Por el sabor insípido de una vida apalancada en una rutina que ahoga los segundos, sin la piadosa esperanza de un destino pulido; por el misterio que embriaga al lado oscuro de mi mente;  por los sueños que se esconden en la bruma imagen de aquel niño que fantaseaba con el tiempo, amoldándolo en sus castillos de arena, descubriendo a la marea que destruye y olvida, añorando los recuerdos que aún no tiene, madurando en la fuente de la vida.

En busca de la séptima de mis almas, navego sin rumbo, ni timón; cabalgo sin riendas, ni estribos. No sabes mi  nombre, mi forma; no sabes mis sueños, mi historia… Por eso, mi amigo, te escribo.

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